Los nariñenses comprometidos con una Agenda de Paz para la región

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Agenda de Paz Nariño, se concibe desde un enfoque de participación real desde el territorio y sus comunidades, desde los procesos sociales y sus organizaciones y desde la institucionalidad pública y privada para darle vida a la perspectiva de una paz territorial, en un proceso de construcción desde las bases sociales, desde diferentes sectores y expresiones; sin desconocer los avances y acuerdos que se produzcan en las instancias de diálogo de paz en La Habana Cuba, poniendo en sintonía ambas construcciones y articulando esfuerzos nacionales, departamentales y locales, en la posible etapa de postacuerdo.

 

El País ha tomado la decisión más trascendental del siglo XXI, el logro de la paz; en ese contexto, Nariño caracterizado por su larga historia de resistencias, capacidad de movilización, luchas pacíficas por las reivindicaciones sociales y resiliencia de sus comunidades, ante unas profundas consecuencias psicosociales y humanitarias por causa del conflicto armado; han perfilado a la población en un horizonte de construcción de paz con muchas esperanzas y expectativas.

 

El proceso de una visión de paz territorial, con el apoyo de la Gobernación de Nariño, las diócesis del sur (Tumaco, Ipiales, Pasto), PNUD, OnuMujeres y la Agencia de Desarrollo Local; se construyó a través de la participación, concertación y diálogo con 36 sectores sociales y  61 encuentros municipales, de todas las subregiones del Departamento: Sanquianga, Pacífico Sur, Telembí, Cordillera, Exprovincia de Obando, Guambuyaco, Juanambú, Occidente, Pie de Monte Costero, Rio Mayo, La Sabana, Centro, Abades.

 

La realidad territorial hace necesario que Nariño desarrolle una pedagogía sobre la necesidad de construir la paz de manera conjunta, pues pese a la dureza del conflicto armado se resalta la vocación pacifica de los y las nariñenses, lo que permitirá caminar rutas civilizadas y solidarias para la superación de las secuelas de la guerra.

Bajo este escenario de construcción colectiva, la paz implica el reconocimiento de las realidades locales y la diversidad de los territorios, para confluir desde múltiples espacios en que la paz es el camino para nuestra región.

 

De los encuentros municipales y sectoriales de Agenda de Paz Nariño, participaron lideresas y líderes comunitarios, organizaciones sociales, víctimas, jóvenes, niños, voceros de diferentes segmentos sociales, comunidades indígenas y afro, campesinos, ambientalistas, Organizaciones no gubernamentales, periodistas, mujeres, sindicatos, rectores pasto e Ipiales, veedurías ciudadanas, academia, Comités cívicos, comunidad LGBTI, gremios, institucionalidad, confesiones religiosas, juntas de acción comunal, defensa civil, Policia; confluyendo en la idea de que los y las nariñenses debemos unirnos en una sola voz, y sumarnos a esta tarea impostergable de construir la paz.

Todos expresaron su voluntad absoluta de contribuir a la construcción de una paz que les devuelva la dignidad y la esperanza; invaluables aportes de las comunidades desde la Sierra hasta la Costa del Departamento reflejados en una educación pertinente, que direccione una pedagogía transversal para realmente abordar la formación en temas de paz de las nuevas generaciones; planteamientos  que invocan políticas públicas incluyentes, mayor cobertura del régimen subsidiado de salud, reparación integral de nuestras víctimas, mejoramiento de las vías de acceso mayor atención para los jóvenes, niños, niñas, mujeres que en medio de la crisis han sido los más afectados; en un departamento como Nariño con una esencia agraria y campesina, la paz se relaciona con una reforma agraria integral construida desde las bases y los procesos sociales campesinos, indígenas y afrocolombianos. El respeto por la autonomía en los territorios, la conservación, protección de los lugares sagrados y la madre tierra.”

La paz se construye desde la vida cotidiana en las relaciones que se establecen en los diferentes espacios del compartir social como la familia, la escuela, el trabajo, la comunidad, las organizaciones e instituciones; así lo manifestaron las comunidades en la ruta constructora de paz por el territorio.

A través del recorrido de Agenda de Paz Nariño, se logró empoderar a las comunidades en un tema tan trascendental como los diálogos de paz que hoy se adelantan en la Habana Cuba, reflejándose grandes expectativas en que se firme el acuerdo de paz.

El proceso de Agenda de Paz Nariño deja en el territorio una alta participación de las comunidades, cerca de cinco mil nariñenses aportaron a este proceso social y legítimo, construido exclusivamente por cada uno de los territorios de este sur del país que exclama un NARIÑO EN PAZ.

Para  el año 2016 la ruta sugerida de Agenda de Paz Nariño, es consolidar las visiones territoriales de paz,  en las posibilidades de un escenario de postacuerdo, especialmente en los retos que dicho escenario plantea en relación a los derechos y las aspiraciones territoriales de los diferentes actores sociales, comunitarios e institucionales.

Por otro lado están propuestos los encuentros subregionales como escenarios deliberativos para los ajustes y la validación de visiones subregionales de paz en perspectiva del proyecto político regional de paz, entre otros.